Poesía y música electrónica en conversación. Durante 45 minutos, los sonidos de sintetizadores, guitarras y teclados proporcionarán ambiente y nos llevarán de un punto a otro de una amplia paleta de emociones. La poesía aparecerá por encima de ella, en la voz de la escritora, poniendo palabras a las emociones.

Y, cómo no, los cuerpos: detrás de la mesa, el cuerpo del músico que se cree que está trabajando casi en el trabajo mecánico y, en el centro, la de la escritora, tan invisible y distante; alerta, en movimiento y viviendo.