9 de MAYO - 7 de JULIO de 2019
Geometrías y Ficciones forma parte de las exposiciones itinerantes que su hija Ainize está comisariando en homenaje a las dos décadas del fallecimiento de Daniel Txopitea.
Acostumbrados a un aspecto más figurativo en su obra, esta muestra se enfoca en tres cuerpos de trabajo concretos en la prolífica trayectoria de Txopitea. Por una lado la serie 'Colosos y Titanes' perteneciente a su última etapa creativa; el artista explora aquí un volver a la síntesis esquematizada de sus orígenes geométricos a través de masas esculturales que recorren el espacio y crean ritmos continuos. Por otra parte, obras de su faceta como dibujante con formas intuitivas que apelan a una realidad subconsciente. Y finalmente una breve representación de la serie 'Figuración Fantástica', junto con las dos únicas esculturas que realizó en vida 'La Pinza', y el 'Cíclope Vigilante' y el documental que recorre su vida y obra.
PINTURA METAFÍSICA
Hoy en cambio, la gran incógnita.
Eso soy yo.
Todo lo siento, o lo veo, o lo sueño.
No sé.
Daniel Txopitea
Los productos del arte se trascienden a sí mismos como pura materialidad. El arte opera en la paradoja de hacer presente lo que le trasciende desde el límite físico que le impone su carne estética. Cuando la obra de arte se erige en símbolo accede a lo metafísico por lo físico. El símbolo -que es imagen- se sirve de elementos simbólicos, significantes en el plano de lo sagrado, naturales e imaginados, con los que el artista afronta sus miedos, abatiéndolos en un ser inédito de protección. Su cualidad presencial se sirve de su representación -mano, tela, luna, soga, tierra, tapia- productora de un realismo desordenado, reorganizado: un surrealismo. La obra de arte requiere del relato onírico que ineludiblemente tiene que resolver la operación estética para el objeto de la trascendencia metafísica. Nace así el Mito como realidad nueva irrefutable -la única de extensión temporal-, que hace presente lo que le trasciende.
David Pavo Cuadrado
FIGURACIÓN FANTÁSTICA
Gracias a este amigo que
no conozco
he visitado paisajes
que nunca pisó pie sino fantasía
el mundo prismático y desdoblado
en cuatro o mil
de la ilusión.
Daniel Txopitea
El artista sueña en la obra de arte donde el sueño se hace imperecedero, o del sueño que es la obra de arte no existe modo de despertar. El acto creador no es evasión, sino confrontación para el vencimiento de lo existencialmente temido. El temor opera como fuerza motora. La figuración resulta de la cualidad de figura en la que se sustenta imaginariamente un elemento -cuerpo, ventana, silla, gato, trapecio, cubo, plano-. El traslado de la figura a la materia produce representación, o es presentación en materia del ideal de un ser. El relato se constituye a partir de la relación entre figuras y en su sucesión, configurando lo legendario con lo que el artista, desde lo íntimo, fija lo real de su tiempo: sin imagen -sin Mito figurado sido por el arte-, el resultado es incompleto -el arte abstracto, en tanto que arte, no es abstracto: podrá ser que el Mito esté abstraído de figuración naturalista o que la forma nueva del Mito sólo pueda ya sustentase en un relato de exclusiva realidad estética-. Mediante suma, por organización -puesta en relación y articulación de lo heterogéneo en un lirismo formal al que se aplica ejercicio estético-, se constituye una fantasía. La fantasía es originalmente surreal. Los resultados fantásticos surreales del arte son lugares de protección onírica. El arte es sueño donde lo ilusorio, fantaseado en la carne desde la que se imagina, pasa a ser realidad nueva. La lírica de la fantasía prospera mediante figura presencial y ausencia figurada o elementos masivos de significación mágica -tela, herradura, casco, palo- y huecos o construcciones espaciales -evocadores de figura mágica-. También en torno al espacio los elementos de masa gravitan y las escenas se definen con el espacio, arquitecturalmente.
David Pavo Cuadrado
COLOSOS Y TITANES
Qué va a ser
de estos deseos
que sin acabar de concretarse
y en cantidad incontable
me imponen su orden de llegar
a ser.
Daniel Txopitea
El artista organiza el espacio y determina la composición con el fin de inmovilizar figuras en su estructura constitutiva. Ordena un recorrido fluente que inagotablemente vuelve a comenzarse a sí mismo. La carga plástica, que es fuerza horizontal al comienzo, asciende cumpliendo la ley de toda erección totemística: porque el propósito del arte responde a la acción constante de levantar, física y simbólicamente -estéticamente- lo grave, de poner en pie el Kolossos correspondiente a la época. La dimensión monumental se funda en la intensidad, que acciona desde el interior la carne estética como una potencia salvaje que la hace convulsionar. Monumentalidad es numen proyectado civilmente, hito propagador de valores religiosos y políticos definidos entre el contorno y el centro -ethos-. Mito es Titán cuando salvadoramente el artista agrega a la sola materia una solución en la que involucra, con fe creadora, su esperanza, la vía de fuga frente al sentimiento de angustia que le domina -pathos-, e implantando inmovilidad como poder de sentido estructural -logos-, titaniza, monumentaliza. La inteligencia estética esgrime la composición para incorporar lo imaginal en la materia y la Teoría del plano activo binario en la pintura determina los «fenómenos espaciales en el plano mural» de tendencia geometrista o acentuación en el ideal geométrico con predilección por la línea, sufriendo la segunda dimensión una apertura espacial. Se inaugura así una unidad triédrica que se obtiene implantando figura matemática, propensa a lo lineal y al entre espacial, y mediante la espacialización con color. La síntesis geométrica -que es también sintaxis plástica- emerge como un retorno a las formas imaginales primeras. La imagen del Kolossos -un esbozo espacial monumental- resulta de adicciones geométricas que configuran una evocación mórfica natural o ficción legendaria que tiende a apuntar, con todo su cuerpo estético de Mito, hacia lo alto.
David Pavo Cuadrado
Aquel jovencito que pasó de la pintura conformista a la de líneas constructivas y estructuralistas, que se mostraba tan preocupado en la distribución de espacios, le hemos conocido transformar hacia indefinidos cuerpos voluminosos que se pueden confundir con la abstracción parcial o total.
En su nueva expresión Daniel Txopitea, va por la línea de figuración deformada. Evolución sobre el surrealismo. Para esto, el artista va explorando su propio subconsciente, tratando de buscar semejanzas tendenciosas como posibles resultados.
A este tipo de investigación plástica se le ha denominado realismo fantástico, interrealismo, en razón a sus características. Pero Txopitea prefiere denominar ‘Pintura Metafísica’, como resultado de una exposición de la otra realidad cotidiana, la realidad subconsciente, una pintura producto de intuiciones y reflejos.
'Una realidad no necesariamente ha de ser la concentración de una cotidianidad objetiva, ni asociarse a imágenes circundantes concretas', nos dirá él mismo.
La obra en sí no contiene expresiones literarias. Lo esencial de su contenido intencional son formas intuitivas desarrolladas con una cromática, desde el más claro de los tonos hasta el más oscuro, con las inclinaciones a asemejar la piel humana. Formas encerradas en rectángulos bidimensionales con cantos redondos, que le dan movimientos ondulantes continuos, contorneando volúmenes de aparente carnosidad, a veces hinchada. Ahí quede la obra expuesta con un sinfín de interrogantes.
Juan San Martín. Artículo de prensa ‘Txopitea y su pintura No-objetiva’ Bilbao, 1973.
De 1992 a 1996 Txopitea pinta la serie 'Colosos y Titanes'.
Son obras de mediano y gran tamaño que reflejan figuras esquemáticas. Se caracterizan por una precisa síntesis lineal y por el uso de una paleta reducida y sobria, cuya depuración es cada vez más evidente, hasta quedarse finalmente en la utilización de los blancos y los negros.
La interrelación de los distintos medios permite descubrir enormes siluetas que recorren el espacio y crean ritmos continuos. En algunos casos, los personajes son como esculturales masas oscuras cuyos precisos cuerpos están diseñados como en negativo y se perfilan sobre fondos claros. Unas veces alude a solitarios individuos agitados por un extraño movimiento y otras, refleja parejas que se relacionan entre sí.
Son obras conclusivas en las que el artista busca llevar a los cuadros las problemáticas sobre las que va profundizando.
En ellos continúa su labor sustractiva y llega a una total depuración de la sintaxis plástica. En las primeras piezas todavía introduce un característico jaspeado sobre las masas de tonos uniformemente trabajados. Después, los colores se vuelven más planos.
El artista crea como resultado de sus análisis una obra compuesta por bidimensionales maclas cada vez más geométricas que en positivo o negativo encastra, yuxtapone y superpone parcialmente, según inclinadas líneas que activan el plano y generan ritmos cada vez más concisos y silenciosos.
Labor investigadora que confluye en un ensayo propio titulado teoría del plano activo binario en la pintura realizado en paralelo a los cuadros de este tiempo.
Xabier Sáenz de Gorbea. Catálogo BBK Daniel Txopitea ‘Saber, pensar y soñar’ Bilbao, 2004.
La creencia respecto a que pocos artistas de Euskal Herria, de cualquier época, acreditan una precocidad intelectiva como la de Daniel Txopitea con el añadido de saber que esa precocidad fue alimentada de modo continuado en años sucesivos.
¿Cómo no remarcar ese valor intelectivo de Txopitea? Para quien no lo sepa digamos que no se pinta con la mano, sino con la cabeza, por más que sean los pinceles, guiados por la mano, los ejecutores de la obra.
José Luis Merino. Catálogo Antológico Kutxa. Donostia-San Sebastián, 1998.
VIDA Y OBRA
El 24 de febrero de 1950, nace en Ermua, Daniel Txopitea. A los dos años de edad, su madre y su padre se establecen en Eibar, donde realiza los estudios en el colegio San Andrés.
Con 13 años ya destaca por su creatividad artística, pintando al aire libre. Desarrolla estas dotes intuitivamente, por ello Txopitea siempre se consideró autodidacta.
Comienza adentrándose en el Naturalismo compartiendo taller en la Paguei con los artistas locales Fernando Beorlegui y Paulino Larrañaga. Es de tener en cuenta las circunstancias políticas de estos años, donde conseguir información exterior era muy difícil, aun así, la experiencia vital, el sentimiento común de la cultura vasca y la inquietud del ambiente artístico, empujó a que los creadores del momento realizaran arte de altura internacional.
Su primera apuesta plástica da comienzo con la denominada 'Geometría Inicial', que le llevan a ganar varios certámenes de pintura y el galardón Premio Mural del Festival de Cine de San Sebastián, 1971.
Junto con el Expresionismo llega al Realismo Social. Sin embargo, una ausencia plástica debido al servicio militar, le permite gestar mentalmente una línea pura de abstracción informalista, basada en los principios del comportamiento y la concepción del universo y los personajes que en ella habitan, dando origen al cuerpo de trabajo inspirado en el ritual popular vasco: 'Gauzak', 1971-1976. Empujado por su constante inquietud, realiza entrevistas, organiza conferencias, se involucra en los inicios de la escuela de Arte de Deba y da origen junto con Beorlegui, Marino Plaza e Iñaki Larrañaga al Grupo 'Gorutz'.
En 1974 El Museo de Bellas Artes de Bilbao adquiere su galardonada obra 'Begizko'. Diversos museos y entidades fueron adquiriendo sus obras. En 1976, contrae matrimonio con Begoña Cendoya y fija su residencia en Zarautz, donde nace su única hija Ainize. En esta época alterna diferentes facetas evolutivas con la actividad literaria, hasta adentrarse en la fase más dilatada de su trayectoria artística con la serie: 'Figuración Fantástica' 1982-1986.
Mientras ejerce como gerente de la Galería Altxerri de San Sebastián, presentará, con Remigio Mendiburu y Sistiaga, en homenaje al 50 aniversario del bombardeo de Gernika, la carpeta gráfica 'Gernika-ri', 1987. En la década de los 90 vuelve a una síntesis esquematizada de sus cuadros para sumirse en su última etapa creativa, apoyada por su Teoría del plano activo binario en la Pintura, con la serie titulada 'Colosos y Titanes', 1990-1996.
A lo largo de de su trayectoria expone en: País Vasco, Mallorca, Barcelona, Canarias, Italia, EE.UU, Francia, Inglaterra, Checoslovaquia, Polonia o Alemania.
EL RECUERDO DE UN GRAN ARTISTA
El 27 de enero de 1997, Daniel Txopitea nos deja súbitamente. Sus cenizas son aventadas en el monte Kalamua siguiendo su voluntad. Al año, el escultor Jorge Oteiza, con el que editó conjuntamente la carpeta gráfica 'La ley de Los Cambios', 1990, instala personalmente en Eibar en honor de su amigo la escultura 'Txopitea eta Pakea' (Txopitea y la paz), 1998. A partir de los bocetos y maqueta original que Txopitea dejó, apoyado por Nestor Basterretxea y el Ayuntamiento de Zarautz, su escultura 'El Ciclope Vigilante' se ubicó en vía pública en Zarautz, 2014.
Las exposiciones y homenajes en su memoria aún continúan.
Catálogo
Con motivo de esta exposición el Museo de Arte e Historia de Durango ha editado un catálogo especial donde se recogen todas las obras expuestas en la muestra. Además cuenta con datos biográfico del artista y un texto escrito por David Pavo, escultor y profesor de escultura de la UPV. También incluye un DVD con un documental sobre la vida y obra de Daniel Txopitea realizado por Ainize Txopitea.
El precio de venta son 10€.
Actividades
Además de la exposición se realizarán actividades paralelas:
6 de junio: visita guiada de la exposición en castellano
13 de junio: visita guiada de la exposición en euskera
20 de junio: taller para adultos en castellano
27 de junio: taller para niños y niñas en euskera
Las actividades serán gratuitas y es necesaria la inscripción previa escribiendo a museo@durango.eus o llamando al 94 603 00 20.