4 de SEPTIEMBRE - 1 de NOVIEMBRE de 2020
EmPoderArte es una asociación internacional de mujeres artistas que reflexionan, a través de sus exposiciones, sobre temas relacionados con las problemáticas de las mujeres y sus implicaciones sociales. Nuestros principales objetivos son la visibilidad de las mujeres artistas, la búsqueda de la igualdad entre hombres y mujeres y la lucha contra la violencia machista. Esta vez hemos querido poner el foco en los atroces asesinatos de 250.000 mujeres acusadas de brujería en Europa entre los siglos XV y XVIII. Creemos que estos crímenes siguen sin ser denunciados debidamente aún en nuestros días.
En esta exposición no vais a encontrar ninguna mujer subida en una escoba, pero sí la denuncia del maltrato a las aldeanas ancianas, ni vais a ver mujeres satánicas cocinando niños vivos, pero sí mujeres expresando su rabia por los más de 50 asesinatos machistas que se siguen cometiendo cada año en España. No hay tampoco aquelarres satánicos, pero sí referencias a la participación, cuando no implicación directa, de la iglesia católica en la tortura, sadismo sexual y asesinatos brutales de miles de mujeres acusadas de brujería.
Las representaciones de viejas con verrugas, narices grandes, vestidas con harapos, que cocinan pócimas repulsivas, no solamente son imágenes peyorativas de aquellas mujeres que padecieron persecuciones, sino que se minimiza y frivoliza la verdadera razón de las masacres perpetradas contra mujeres para robarles las tierras y las casas, para quedarse con su nicho de conocimiento y su medio de subsistencia (parteras, curanderas), o simplemente por no responder a las necesidades de la élite en el poder, ya que, aconsejando sobre métodos anticonceptivos o abortos y en consecuencia ayudando a las mujeres a tener control de sus propios cuerpos, ponían en riesgo los intereses de capitalismo patriarcal.
Texto: Pepa Santamaría
COMISARIADO
Cristina Gutiérrez Meurs
Es artista plástica y escritora formada en la Universidad del País Vasco y en Kensington & Chelsea College de Londres. En 1999 obtiene el HNC in Fine Art & Printmaking y en 2005 consigue la Beca de Artes Plásticas de la Diputación Foral de Bizkaia. Un encuentro con una víctima de la trama española del robo de bebés la lleva a escribir su primera novela: Lo que no me quisiste contar. Recientemente ha publicado una historia centrada en la violencia contra la mujer: Eva no fue la primera.
Estefanía Ocampos
Es Máster en Arte Creación e Investigación, licenciada en Bellas Artes y diseñadora gráfica. Trabaja como profesora de dibujo y muralista. Desde el año 2004 la pintura, la escultura, la performance y las intervenciones específicas han sido su medio de expresión. Se dedica plenamente a las artes plásticas en todas sus formas. No encuentra límites a la hora de poner un tamaño para sus obras o una técnica concreta. El concepto lo tiene claro, es mujer, y maneja la aguja y la maza con la misma habilidad “estoy aquí para coser heridas y derribar muros”.
Sara Beiztegi
Es artista multidisciplinar. Los derechos de la mujer es el leitmotiv de muchas de sus exposiciones individuales como las tituladas Sin Norte ni Diosas en el Ministerio de Igualdad en 2009, Emociones y 841 en la Universidad Carlos III, Casa Encendida de Madrid 2009 y 2013, Obstinado Rojo 2016 y otras. Ha obtenido diferentes premios y distinciones y asistido a talleres de arte internacional. Actualmente trabaja en varios proyectos en los que propone una reflexión sobre el actual imaginario femenino.
ARTISTAS
Amalfy Fuenmayor
Ana María Vacas
Asunción Bau
Caroline Krabbe
Cristina Gutiérrez Meurs
Dara Bonino y Sara Beiztegi
Ela Rabasco
Elisabet Roldán Rojo
Erica Landfors
Estefanía Ocampos
Esther Galarza
Eva Riol
Gabriela Estrada de Isolbi
Helena Revuelta
Karolina Kinnander Ciempiés
Leire Kareaga
Luz Velasco
María García del Salto
María Jesús Aragoneses
Marián M. Cañizares
Marivi Ibarrola
Marta Girón
Marta Lage de la Rosa
Miren Atxaga
Monika Rühle
Montse Rodríguez Herrero
Nuria Vicente
Patricia Fridman
Paz Barreiro
Pepa Santamaría
Prado Toro
Rosa Gallego del Peso
Rosa Virgili Abelló
Sandra Parra Cárdenas
Silvia Martínez Cano
Susana García Ungo
Susana Ribuffo
Viriviana Duncan
ARTISTAS INVITADAS
Andrea Abalia
Goiuri Aldekoa-Otalora
Martina Dasnoy
Txaro Arrazola
Entrevista en Naiz Irratia a Garazi Arrizabalaga, directora del Museo, entorno a la exposición Sorginak!
Amalfy Fuenmayor
La Bruja de Piombino, 2019Caja de madera, calavera y elementos varios, 20x17x17 cm.Un grupo de arqueólogos descubrió un esqueleto de mujer que había sido enterrado con 7 clavos en su mandíbula. Los restos de esta mujer se encontraban sin sudario, ni urna. Más clavos se hallaron a su alrededor, muy probablemente porque fueron incrustados en su ropa. Estos restos la sitúan en el año 1200. Alfonso Forgione, profesor de la Universidad de L’Aquila, es quien lanza la hipótesis de que se pudo tratar de un rito de exorcismo. Esta obra rinde homenaje a la “Bruja de Piombino”, probablemente asesinada por el hecho de amar a la naturaleza, de ser libre. A estas mujeres las llamaban brujas… y siguen nombrándolas así en la actualidad.
Ana María Vacas
En el fuego purificador te quemas, 2019Acrílico sobre espejo, 30x30 cm.El fuego, considerado como elemento purificador de los males, fue utilizado como castigo con profusión en La Edad Media. Herejes, pecadores, disidentes y minorías molestas terminaba presas de las llamas. En esa época en que el pensamiento mágico, los prejuicios y la creencia en la posesión demoniaca, muchas personas, sobre todo mujeres que actuaban de adivinadoras, curanderas, y parteras, fueron condenadas de brujería como chivos expiatorios de todos los percances y desastres que ocurrían alrededor. En la obra, el espectador se refleja en la hoguera como si de una bruja ardiendo se tratase.
Andrea Abalia
De lo moral a lo animal, 2016Fotografía 88‘5x135 cm.De lo moral y lo animal forma parte de la serie Magma Mater, expuesta en el Museo Lagomar en 2017. Escenas barrocas y atemporales, cargadas de ambigüedad, configuran un universo imaginario sumergido en la naturaleza de Lanzarote. En ellas, la artista interpreta diversos arquetipos femeninos heredados de la memoria colectiva, destacando el de la mujer bruja por su siniestra relación con la madre tierra (Magna Mater). A menudo sin rostro ni facciones concretas, los personajes orquestan extraños rituales vinculados a su naturaleza salvaje, alimentan la sospecha de lo sobrenatural y el suspense narrativo, poniendo en entredicho condicionamientos sociales tradicionalmente atribuidos a las mujeres.
Asunción Bau
Somos las hijas de las que quemasteis, 2019Acrílico sobre lienzo 100x81 cmMujer emergiendo a modo de fantasma, brazos en alto, de un fondo casi uniforme. Clavos, hilos, uñas, cartelas con nombres de mujeres y virtudes. Metáfora de la victoria que, en el S.XXI, pretende haber alcanzado la mujer como tal. Emerge del líquido viscoso de la opresión, sumisión y postergación en que ha estado confinada. Tras de sí, las huellas, clavos punzantes, uñas con las que se ha aferrado a la vida, virtudes compañeras. “Permanezcamos alertas: Los derechos se pierden más deprisa que se ganan” (Simone de Beauvoir).
Caroline Krabbe
La última bruja, 2019Rotulador y papel, 27 cm. diámetroLa ultima bruja Anne Palles fue la última bruja danesa ejecutada legalmente por brujería en Dinamarca en el año 1693. Fue acusada de haber encantado a un agente judicial; de maldecir y así echar a perder las cosechas de algunos campesinos; y de haberle provocado un accidente mortal a una mujer, todo esto mediante el uso de la magia. Hoy día la caza de brujas sigue siendo común en gran parte de África, India y Papúa Nueva Guinea. En pleno siglo 21 aún hay países en los cuales existen leyes en contra de la práctica de la brujería, no obstante, el único país donde ésta se castiga legalmente con la pena capital es Arabia Saudita.
Cristina Gutierrez Meurs
Ignífuga, 2019Pasta de modelar, algodón, guata y madera. Dimensiones variablesIgnífuga es una superviviente de ayer, de hoy y, visto los tiempos que corren, también de mañana. Quiso ser sabia y mordió una manzana milenaria. Resultó maldita por ello, desterrada. Más tarde, desposeída de todo excepto de ella, fue perseguida al no ser domesticada. Testigo del horror de aquellos años en los que el fuego convirtió en cenizas a tantas mujeres, su icono lanza un grito callado y, sin embargo, premonitorio: estoy Viva, esta es mi Victoria.
Dara Bonino - Sara Beiztegi
¡Ni una más!, 2019Composición fotográfica, 100x67 cm.Sangre, sangre, sangre... de las brujas y de todas las mujeres asesinadas a lo largo de la historia a manos de la superstición y la violencia del patriarcado. Ellas vuelven a contarnos la verdad, a desmentir las calumnias y desvelar las tramas que urdieron para desposeerlas de su espacio de poder y dignidad, utilizándolas como “carne de cañón” para ejemplarizar y someter al resto de la población al tiempo que controlaban la mayor fuente de creación y de vida: el cuerpo de la mujer.
Ela Rabasco
La Farmacéutica, 2014Fotografía digital impresa en lienzo, 40x60 cm.Los saberes de las mujeres puestos al servicio de la salud. Las Brujas, ellas sabían de hierbas, conocían el cuerpo, tenían conocimientos médicos. Ella prepara, artesanalmente, remedios para la salud. Hoy como ayer. Las antes llamadas Brujas, hoy son Farmacéuticas.
Elisabet Roldán Rojo
Mulier, 2019Bordado sobre pañuelo de tela, 157x198 cm.Mulier, es una obra “explícita” realizada en pañuelos de tela de hombre, pretendiendo en todo momento que el espectador obtenga una conclusión propia al verla, “sin influenciarlo”. En la obra hay elementos muy importantes a tener en cuenta, partimos de la base de que es una mujer crucificada, usando eso sí, los mínimos rasgos para su identificación, pero con un letrero que reza “Mulier” (mujer). El otro elemento importante es el inicio del fuego en una esquina de la obra, forma más común de asesinar a estas brujas. Buscando una rápida asociación. Siendo un buen resumen de lo que sucedió y desgraciadamente sigue sucediendo con las mujeres por el simple hecho de serlo.
Erica Landfors
De natura, 2019Espuma, alambre, lana y cuerda de pita, medias de nailon. Diámetro: 55cm. Profundidad: 7cm.En esta obra de intención experimental en cuanto a los materiales utilizados queremos evocar la conexión entre las mujeres sabias (brujas), la naturaleza y el cuerpo humano. Las mujeres llamadas brujas tenían conocimientos sólidos de las propiedades de las plantas. Conocían por ejemplo qué plantas y de qué manera podían provocar abortos o ayudar a concebir. Esta conexión se perdió con la llegada de la sociedad capitalista y la caza de brujas.
Estefanía Ocampos
Fracturas, 2019Técnica mixta: collage digital, acrílico y tinta sobre madera. Políptico, 160x82 cm.Una representación del cuerpo que supone unos procesos de fragmentación. Estos cuerpos fragmentados simbolizan la distorsión física, psicológica y simbólica, en una sociedad que todavía justifica la violencia física como defensa del “cuerpo social”. Un cuerpo contenedor de vida y continente de cicatrices. La mujer estigmatizada y fragmentada. La obra representa un cuerpo de mujer, creado con fragmentos de diferentes mujeres, trabajando con la dualidad entre el interior y el exterior, muestra la imagen de la mujer erguida y reparada, en contraste con sus interior fracturado.
Esther Galarza
De poder a la marginación, 2018Conjunto de esculturas, pasta de gres y esmaltes de 1260º. 60x30 cm. c/u.Grupo de mujeres que por medio de sus tocados representa el estatus social que ostentaron en la época gremial de Eibar. En los siglos previos y hasta 1738 algunas viudas ocuparon los asientos de sus difuntos maridos en la Real Fábrica de Armas, en calidad de maestras armeras, hasta que los maestros armeros solicitaron la prohibición de esa practica, estableciendo que sólo sus hijos varones podían ocupar tal puesto después de realizar el aprendizaje estipulado. Mi obra Del poder a la marginación dialoga con la exposición “Huellas de las mujeres eibarresas” en la casa de Cultura Portalea de Eibar.
va Riol
Acumulación, 2019Vídeo realizado a través de dibujos sobre papelSeis caras de mujer, una identidad velada. Destellos de alma y verdad silenciados que despiertan y superan el orden impuesto: pasividad, obediencia, castidad, austeridad, instinto materno. Mujeres invisibles, anuladas de todo valor, que existen en el plano más oculto.
Gabriela Estrada Deisolbi
La cara de las brujas, 2019Óleo sobre tela, 50x40 cm.En La cara de las brujas, un juego de pinceladas al óleo de diferentes colores y tonalida- da cabida al rostro de uno de los actores de la máxima autoridad eclesiástica. Una crítica al poder canónico a favor de la cacería de brujas e impulsor de una cultura patriarcal, que aún en nuestros días nos muestra una mirada misógina que nos estremece y ahoga.
Goiuri Aldekoa-Otalora
Atzokokaka (Moxal), 2019Videoclip musical 4´50¿La búsqueda de la luz desde la oscuridad? ¿Mujeres buscando el camino? ¿Expresionismo Alemán? ¿Realismo mágico? ¿El mundo pagano perdiéndose en la nada? ¿Las brujas volvemos con fuerza? Sorginak, de sortu, ¿crear? ¿El feminismo galopando? Lo dijo Anaïs Nin: “No vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos” y es lo que me interesa cuando expongo mi obra. Que la interpretación sea abierta, que sugiera diferentes posibilidades y escucharlas. Así construyo la realidad de mi creación y de esta en concreto.
Helena Revuelta
Malleus Maleficarum - cum privilegio vitiosi, 2019Mixta: Pintura digital iluminada a mano sobre papel montado sobre tabla, 50x37‘5 cm.Esta obra muestra al Papa Inocencio VIII, retratado en la portada del libro “Malleus Maleficarum”. El Papa sujeta en la mano una pera vaginal, instrumento de tortura que se introducía, bien por la boca, la vagina o por el ano y una vez en el interior se abría produciendo terribles desgarros a la víctima. He reflejado en esta irónica alegoría, la espeluznante y misógina perversión con que fue escrito el “MM”. El retrato lo he realizado inspirándome en una antigua pintura del Papa, plasmando el vicio y la retorcida perversión del ideólogo del “MM”, el inquisidor, Heinrich Kramer. El “MM” fue el manual de referencia para perseguir la brujería en el siglo XV. El Papa Inocencio VIII con su bula “Summis Desiderantes Affectibus” otorgó el reconocimiento oficial al “MM”, dando el pistoletazo de salida al manuscrito.
Karolina Kinnander Ciempiés
Mujer autosuficiente, 2019Mixta sobre lienzo: infografía, pintura, collage, 150x100 cm.Analizando el término actual “feminazi” (se refiere a “feministas radicales” cuyo objetivo es “ver que haya tantos abortos como sea posible”. Wikipedia) y comparando su uso despectivo con la palabra bruja he querido representar lo que tiene en común, el miedo a la mujer autosuficiente, que es libre. Se trata de mi tatara-tatarabuela, en el papel de “Bruja”, y he buscado una chica, Rose, que me sirviera de modelo “Feminazi”. He elaborado la composición de una figura hierática y firme en el tiempo, levemente pixelada y la otra figura, la actual, con movimiento, más serpenteante...
Leire Kareaga
La historia que vino se encargó de lo demás, 2019Acrílico sobre lienzo, 130x93 cm."Caliban y la Bruja” de Silvia Federicci me lleva a la Europa donde Piero de la Francesca realiza “La flagelación de Cristo” entre 1444 y 1469 o Jan van Eyck retrata al rico mercader Giovanni Arnolfini y a su esposa Giovanna Cenami. Como en una fábula dispongo a mis protagonistas, los animales, de igual manera que los personajes de las obras antes mencionadas. Lo hago en una sola composición, en un mismo tiempo. En lo alto de “La columna de los campesinos” de Durero, un macho cabrío representa al campesinado. En la base, la cabra hereje, sin más culpa que resultar incómoda al orden establecido. El resto de los personajes hablan por sí mismos.
Luz Velasco
Esencia de brujas, 2019Instalación mixta, 60x60x60 cm.Esencia de Brujas, muestra una imagen actual, alejada de estereotipos creados. Dos cabezas si rostro definido, con una ”melena variada”, que recrea a la universalidad de mujeres y culturas. ¿Un archivo?, ¿un catálogo?, o un muestrario de ADN de todas aquellas que permanecen en nuestro día a día. Brujas por ser mujeres, por estar empoderadas, por creer, por luchar, por sabias, por tener un sexto sentido, por amar, por no callar, por llorar, por no darse por vencidas… ¡Brujas! La RAE define la palabra bruja como a una persona con poderes, que práctica la brujería y pacta con el diablo pero ¿aún pensáis que pactaría con el diablo? A estas alturas de vida pactaría con LA DIABLA.
María García del Salto
El fuego en Nosotras, 2019Acuarela sobre papel, 31x41 cm.Que el fuego sea nuestra memoria, que el fuego nos mantenga alerta. Nunca bajemos la guardia...
María Jesús Aragoneses
La bruja que llevas dentro, 2019Técnicas mixtas sobre papel, 200x80 cm.El paradigma mujer-bruja desde la visión de la mujer de hoy es lo que recogen los paneles, para explicar cómo las brujas fueron masacradas por ser un peligro real para la pérdida del control por parte del patriarcado. Ellas ejercieron esos poderes a través de los resquicios del sistema, justo como las mujeres de ahora. La pieza puede ir sumando nuevos paneles a medida que se quiebren las barreras, es por tanto una pieza inacabada como lo es la propia evolución de las mujeres y sus roles en la sociedad. La parte trasera de los paneles es un homenaje a las mujeres de Remedios Varo, que tienen mucho que ver con las brujas de hoy.
Marián M. Cañizares
Rosata Novella (The Trotula. A medieval compendium of women’s medicine), 2019Tinta y lápices de colores sobre papel, 65x50 cm.Para concebir: rosa, clavo, nardo, jengibre, galanga, nuez moscada, zedoaria, storax, canela, berro, azucar, regaliz, apio silvestre. Parte del proceso médico para facilitar la concepción creado por Trótula de Salerno en el siglo XII. Sus textos médicos y su figura son engullidos por la misoginia de la caza de brujas, siendo atribuidos a Trótulo (masculinización de Trótula) hasta principios del siglo XX. En la figura de la bruja, toma forma la letal misoginia de occidente donde el hombre se embarca en una locura salvaje por controlar a las mujeres, sus capacidades reproductivas, sus conocimientos médicos, sus vidas. Trótula identifica la flor con la menstruación, la vida, la creación, las mujeres, la naturaleza a la cual el hombre sólo desea poseer, dominar y aniquilar.
Marivi Ibarrola
Gran vuelo, salto al amanecer en Usurbil (Gipuzkoa), 1982Fotografía blanco y negro, negativo de 35 mm digitalizado y positivado en impresión glicée, 73x63 cm.Es real y vigorosa, homenajea a todas las brujas, como sujeto y como adjetivo. Listas y libres se organizan frente al aburrimiento y al sometimiento del uso y abuso. Se las representa viejas, desaliñadas, desdentadas y con escobas… capaces de volar. Conocían las propiedades de las hierbas y el saber de la curación del cuerpo y el alma. Pero no se permitió que las mujeres fueran libres, las quiso atadas a la pata de la cama. En la caza de brujas, miles de mujeres fueron desprovistas de sus hijos, casas, tierra y posesiones. Y sus secretos e iniciativas quedaron en la hoguera.
Marta Girón
Mujeres que corren con lobos, 2015Técnica mixta sobre papel fotográfico, 30x40 cm.Inspirada en el libro mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola, Bailando con lobos alude a las entrañas que conectan a la mujer con lo salvaje, con la tierra, con las raíces, con su propio interior.
Marta Lage de la Rosa
In Memoriam Mulieris, 2019Pebetero de bioetanol perfumado con cristal grabado con chorro de arena, 21x36x19 cm.Pebetero con llama eterna en memoria de las mujeres que fueron acusadas de brujas y asesinadas injustamente. Las llamas encendidas conmemoran a los caídos en batallas y también están en lugares espirituales y religiosos como símbolo de la divinidad. Para Heráclito, filósofo griego, el fuego era además de un agente de destrucción un agente de renovación. La llama encendida invita a relacionarse con ella a través de los sentidos: a su contemplación siempre distinta. Que esta llama encendida sea un campo de luz de lealtad simbólica. Que el fuego permanezca encendido en ¡Honor eterno a su memoria!
Martina Dasnoy
Historia de Brujas “Sorginak”Díptico: Pintura y escritura sobre madera y cartón pluma, 2 estelas, 129x40 cm. bakoitza. (cm. c/u.)En el siglo XVI en el país Vasco Español y Francés aparece la figura de las Brujas “Sorginak” . Eran perseguidas y acusadas de brujería, mujeres que se enfrentaban y se resistían al poder de la autoridad que deseaba desposeerlas de sus bienes y dignidad. En la Historia de “Sorginak” se presentan diferentes pasajes de mujeres embrujadas participando en Akelarres y Sabbat, Mujeres que hay que exorcisar y castigar porque son portadoras del mal, según defendía el poder civil y religioso. Afortunadamente la culturización y el declive del poder de los clérigos y autoridades locales, hicieron desaparecer las persecuciones de la brujería que se convirtió en un mal sueño del pasado.
Miren Atxaga
Sabio alimento del fuego, 20191: Caléndulas2: Cuerda3: FuegoFotografía. Tríptico de 30x30 cm. c/u.El tríptico representa el viaje de no retorno al que, desgraciadamente, fueron avocadas muchas personas, sobre todo mujeres, en la medida en que eran portadoras de la sabiduría popular y formas de vida propias al margen de la iglesia y los poderes del momento. Además, en ciertos lugares, contribuyeron factores como guerras y conquistas recientes, la del Reino de Navarra, por ejemplo; ánimo de represalias contra la población, desconocimiento mutuo de los idiomas locales y los de los poderes, y tradiciones locales tildadas de herejes.
Monika Rühle
¿Cuántas brujas somos? 2019Instalación con troncos de madera y Video HD, 1’35’’ La Casa Colorada Producciones.El vídeo ¿Cuántas brujas somos? quiere dar visibilidad a mujeres de todos los tiempos, libres, sabias, con inquietudes, pensadoras, comprometidas, creativas, activas, con personalidad y necesidad de expresarse, no sometidas al sistema imperante marcado por el poder masculino y machista. Las voces masculinas que se escuchan enumeran todo tipo de sinónimos y descripciones de la palabra «bruja» a modo de insulto.
Montse Rodriguez Herrero
Mujer de Vitruvio, 2019Papel remay, 180x100x100 cm.Alquimia, sabiduría, brebajes, conocimiento botánico, medicina… mito, leyenda o realidad. Nombrar a las «brujas» nos transporta a un halo de misterio, a muchos interrogantes. ¿Por qué fueron perseguidas y vilipendiadas? ¿Tal vez sabían demasiado? Ya está documentado que poseían una sabiduría que no interesaba a determinados estamentos de poder. Con mi obra quiero rendir homenaje a ese conocimiento en el cuerpo humano, medicina y botánica que poseían.
Nuria Vicente
Alas, 2017Collograph sobre algodón, 38x14 cm. (c/u.)En la obra se ve reflejada una parte importante de la historia de la mujer, ¿cacería de brujas? Persecución, violaciones, imposición de la belleza y mucho sufrimiento... Expresión de verdadero terror en esa mujer inteligente y fuerte que sufrió a lo largo de los siglos y que aún, en nuestros días, quedan huellas de ello.
Patricia Fridman
Mujer árbolTinta china sobre papel, 68x50 cm.¿Qué carta sacará la bruja maga sobre nuestro amor y destino?
Paz Barreiro
Tú puedes ser una bruja, 2019Técnica mixta: materiales varios, 9x21x13 cm.La memoria de aquellas leyendas sobre gatos negros encerrados en cajas que con el poder del nuevo día se convertían en brujas… Vidas castigadas dentro de cajas, dos mundos, el real y el imaginario bien guardado. Un espejo donde mirarse y poder entrar en ese mundo al tiempo que estamos fuera, como el eterniday de Cornell. Una caja como una jaula, ventana, arcón, juguete, vitrina… sin olvidar que la primera caja fue la de Pandora.
Pepa Santamaría
No es miedo lo que tienes (díptico), 2019Fotografía, 70x50 cm.(c/u).Detrás de la persecución, torturas y muertes de las llamadas brujas no había miedo sino todo un montaje institucional para demonizar y hacer un escarmiento público de mujeres que estaban desprotegidas y a las que se les podía desposeer de sus pertenencias. Igualmente castigaban a mujeres que tenían conocimientos que podían ser utilizados contra la conveniencia de las instituciones en el poder, o contra mujeres que resultaban incómodas por su falta de sumisión, independencia e inteligencia.
Prado Toro
El poder de los elementos: Fuego, Agua, Tierra, Aire, 2019Instalación: materiales diversos. Medidas variablesLas cuatro obras que forman la instalación tratan de romper estereotipos e indagar en la historia para descubrir los verdaderos motivos por los que se cometió esta masacre contra el género femenino acusado de brujería. Las llamadas “brujas” fueron mujeres independientes, rebeldes que escapaban a los límites impuestos a su género, habilidosas campesinas, maestras de diferentes oficios, inteligentes escritoras, parteras y sanadoras… Cuyo conocimiento o sabiduría “sobrenatural” en todos los terrenos, como la denominada “ciencia”, incomodaba sobre todo a la institución médica y eclesiástica masculina patriarcal, motivo por el que fueron ahorcadas, las ahogaron en aceite hirviendo, les arrancaron los pechos, las quemaron vivas...
Rosa Gallego del Peso
Bruja, sabia, medicina, hierbas y bosque, entidades inseparables.Fotografía, impresión Giclée, 100x130 cm.La expresión “bruja” designa “menosprecio” hacia las mujeres. Desestimar cualquier nueva iniciativa en la mujer, forma oposición al género; de aquí surgen humillaciones que originan los mismos acontecimientos en nuestra cultura. Las mujeres cuando quebrantan los patrones establecidos y se saltan la norma, son consideradas “amenaza” (brujas) para el patriarcado y, en ocasiones esto llega a la muerte. Antes las mujeres eran desterradas o quemadas en la hoguera, y ahora se producen masivos asesinatos. La sociedad sigue sin poder determinar que exista una mejora tal en cultura al respecto, como para haberlo erradicado.
Rosa Virgili Abelló
No más flores quemadas por la ira, la soberbia y la envidia, 2019Fotografías retocadas con tintas), 24x30 cm. (c.u.)La descripción de pecados capitales es una exclusiva del catolicismo y en la Biblia no aparecen ni descritos ni ordenados. Cada pecado se corresponde con un demonio. Fue santo Tomás de Aquino quién los enumeró en 7, tal y como los conocemos. Estas obras plasman a los “hombres de Dios” como grandes manchas marrones de óxido poseídas por la ira, la soberbia y la envidia. Su único deseo es doblegar a las mujeres por el mero hecho de ser libres. Las flores representan mujeres libres y hermosas atrapadas y cubiertas por un color marrón corrosivo que las marchita pero que no puede evitar que sus halos alcen el vuelo siendo nuevamente libres.
Sandra Parra Cárdenas
Incantationum Feminei Corporis, 2019Ensamble: fotomontaje, dibujo digital, textos en caligrama, escultura en pequeño formato. Políptico, 199‘5x70 cm.Desde la cacería de brujas la tortura hacia la mujer fue ejercida como una forma de adoctrinamiento sociopolítico para deslegitimizar, demonizar y degradar su estatus. Esta ha sido y aún es de carácter sexual como una forma de dominación simbólica, para destruir su poder/potencia político. Al recrudecer el radicalismo, la represión al cuerpo social representado en la mujer, se intensifica la violencia sobre su cuerpo individual. Incantationum Feminei Corporis, está conformada por siete imágenes del cuerpo femenino, muestran tortura física y del lenguaje. Mediante la palabra y piezas simbólicas surgen conjuros que buscan revertir y cambiar la historia hacia el futuro.
Silvia Martínez Cano
Raíces del poder: Vida, Emoción y Pensamiento, 2016Collage fotográfico sobre aluminio. Tríptico, 40x40 cm. (c/u).Las brujas representan el chivo expiatorio frente al orden patriarcal en el surgimiento de la modernidad que se va configurando con una nueva estructura androcéntrica. Existen tres elementos de control sobre las mujeres que desafían consciente o inconscientemente este orden: El control de la vida (útero), porque nos controlan cuando y como parir (imagen 1); el control de las emociones (corazón) porque nos convierten emocionalmente en menores (princesas rescatables) (imagen 2); y el control del pensamiento (cerebro) porque nos educan en la dependencia, asumiendo que no valemos y somos inferiores a los hombres (imagen 3). Aquellas que se salen de esos patrones, son brujas, cuerpos prescindibles, advertencia para que otras mujeres no traspasen la frontera de la autonomía.
Susana García Ungo
Mujeres imbatibles, 2019Tela quemada, 110x180 cm.En una primera lectura la pieza propone una redefinición del concepto patriarcal de bruja. El hecho de que sea lo quemado lo que da forma a la pieza y a su mensaje nos remite a otra lectura, la de la imposibilidad de eliminar los motivos por los que tantas mujeres fueron quemadas durante la caza de brujas. Su poder, sabiduría y conciencia de libertad seguirán pasando de generación en generación.
Susana Ribuffo
Herida, 2019Fotografía, 15x10 cm. Enmarcada: 40x30 cm.Queridas brujas: Quemadas vivas, ahorcadas, torturadas, escupidas, golpeadas, asesinadas, seres del diablo, perseguidas, condenadas, vapuleadas... antes y ahora: ¡las beso!
Txaro Arrazola
Weeble-Wobble, 2018Vídeo performance, 4’18’’Utilizo el título weeble wobble para el vídeo ya que los primeros bocetos de esta pieza se gestaron en la primavera de 2017 en Vermont, USA. La metáfora de los tentetiesos, figurillas que están permanentemente en equilibrio inestable a merced de lo que ocurre a su alrededor, me sirve para abordar el tema de la maternidad resignificándola desde una pers¬pectiva que persigue desactivar el dominio simbólico que relega a las mujeres a una posición de alteridad poniendo la naturaleza como excusa.
Viriviana Duncan
La mano bruja, 2019Barro refractario, cocción 1200 grados tratado con óxidos, 20x16x26 cm.Mano con los dedos rotados hacia el interior que simboliza un grupo de mujeres reunidas que investigan, cuidan, cooperan y protegen el bien social. Es la mano de la sabiduría acumulada desde el origen, por ello han sido y son las perseguidas religiosas y políticamente; denostadas, desterradas y acusadas hasta llevarles a la hoguera. ¡Esas manos unidas tienen el poder para mover y cambiar el mundo ahora! El pedestal y color negro con el que se trata la obra, representa la atmosfera trágica, dramática, que ha rodeado a las mujeres llamadas brujas, sin duda las que representan un riesgo en el poder de la supremacía del varón.